Como
un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, le salió un sarpullido. Su esposa
lo conocía bien y sabía que ese eccema solía aparecerle cuando se ponía
nervioso e, invariablemente, cuando mentía. Por eso se le daba tan mal el
póquer.
- Tengo
que decirte una cosa, María –empezó a farfullar el hombre, mientras su mirada
divagaba por los cordones de sus zapatos–. Tu amigo Juan me ha desplumado. Le
he propuesto una última jugada…y he perdido. Lávate bien y perfúmate. Esta
noche pasará a cobrar lo suyo.
Cabizbajo,
no vio que María sonreía como el Joker.
CONSTRICCIONES INICIALES:
Frase de inicio: "Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz..."
Extensión máxima: 100 palabras.
Que retorcidillo, ja,ja,ja. Pues ¡que siga la mala racha! ¿no? Por ella... Buen giro y a seguir intentándolo. Un abrazo.
ResponEliminaElla es una pájara de mucho cuidado, me temo.
EliminaGracias por pasar y mientras se me sigan ocurriendo cosas que contar, por supuesto que seguiré en la brecha.
Besos
Lávate bien y perfúmate... jajajaja...
ResponEliminaLa vida, ya se sabe, es una tragicomedia.
EliminaSaludos
Este trío, son mano ganadora. Y ese "cuando mentía"..., no será que perdió a posta y lo que quiere es quedarse a mirar, je je.
ResponEliminaAbrazos Carles.
Podría ser, pero yo creo más bien que ella le explicó a su "amigo" Juan el problemilla de su marido.
EliminaAbrazos para ti también, Miguel.
A este Pinocho la jugada le va a salir especialmente cara. Y a ella se ve que el póquer se le da especialmente bien, mucho mejor que a él, jejee. Un bico, Carles.
ResponEliminaPues sí. Fíjate que el tipo se ha quedado hasta sin nombre.
ResponEliminaUn mar de bicos para ti, Luisa.
Uy este fin de semana me contaron una historia real prácticamente igualita a esta.
ResponEliminaMuy bueno. A ver la semana que viene,
Saludos
Te confieso, Asun, que laparte del relato del tipo que se juega a su mujer está basada en una historia real que conocí años ha y siempre me ha rondado por la cabeza; y desde que me la contaron, siempre me he preguntado cómo debió ser el momento en el que él le dijo a ella que tenía que acostarse con otro.
EliminaEn cualquier caso, gracias por pasar y comentar.
Salud!
Muy bueno, y ese giro final tan sorprendente... Me ha encantado.
ResponEliminaUn abrazo
Celebro que te haya gustado, Yolanda.
EliminaSaludos cordiales