–
Mire vuestra merced, que
aquellos no son gigantes, sino molinos.
Tras semejantes
palabras, Sancho marchóse hacia la fría Dinamarca, anhelando más cuerdo señor.
–
Ser o no ser, he ahí la
cuestión...
En ver al
Príncipe coloquiando así con un cráneo, díjose que más valía loco conocido que
Rey por conocer.
Constricciones iniciales:
Extensión: 50 palabras.
Menciones especiales. Relato ganador de la convocatoria mensual del concurso organizado por la página web cincuentapalabras.com