Como
un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, le salió un sarpullido. Su esposa
lo conocía bien y sabía que ese eccema solía aparecerle cuando se ponía
nervioso e, invariablemente, cuando mentía. Por eso se le daba tan mal el
póquer.
- Tengo
que decirte una cosa, María –empezó a farfullar el hombre, mientras su mirada
divagaba por los cordones de sus zapatos–. Tu amigo Juan me ha desplumado. Le
he propuesto una última jugada…y he perdido. Lávate bien y perfúmate. Esta
noche pasará a cobrar lo suyo.
Cabizbajo,
no vio que María sonreía como el Joker.
CONSTRICCIONES INICIALES:
Frase de inicio: "Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz..."
Extensión máxima: 100 palabras.