Aquella
noche el silbato que el señor Virus había dejado en sus pulmones apenas se dejó
escuchar.
Aquella
noche no hubo temblores, ni aquel frío que la quemaba por dentro.
Aquella
noche no tuvo sueños negros y ninguna arruga cuarteó su frentecita.
Aquella
noche mami dejó que durmiera con ella.
Constricción incial: 50 palabras.
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