- ¡Maldito cocinero!
–dijo Arzur, recogedor del tercer regimiento del ejército del Emperador. – ¿Cómo
voy a hacer mi trabajo con esta resaca? La próxima vez que me ofrezca su ponche
de la victoria, le arrancaré los huevos.
- Huevos
–graznó un cuervo que picoteaba el rostro de un cadáver cercano.
- ¡Jeremías! –gritó
el hombre, mientras cargaba el cuerpo de un muchacho y lo lanzaba al camión de
los despojos. Suelta ese ojo, glotón. Al final, te vas a poner malo.
- Malo
–repitió el pájaro.
Constricciones iniciales:
Consigna: "Después de la batalla".
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada