divendres, 10 d’octubre del 2014

EL SABOR DE LA VICTORIA

- ¡Maldito cocinero! –dijo Arzur, recogedor del tercer regimiento del ejército del Emperador. – ¿Cómo voy a hacer mi trabajo con esta resaca? La próxima vez que me ofrezca su ponche de la victoria, le arrancaré los huevos.

- Huevos –graznó un cuervo que picoteaba el rostro de un cadáver cercano.

- ¡Jeremías! –gritó el hombre, mientras cargaba el cuerpo de un muchacho y lo lanzaba al camión de los despojos. Suelta ese ojo, glotón. Al final, te vas a poner malo.


- Malo –repitió el pájaro.


Constricciones iniciales:

Consigna: "Después de la batalla".

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