Resultaba
absurdo e inquietante, pero aquel libro que encontró años atrás en la
biblioteca de su abuela había ido profetizando los grandes acontecimientos de
su vida: su boda, el nacimiento de su hijo, el traslado a París…
Con
mano temblorosa, volvió la última página. Lo que leyó, la dejó muerta.
Constricciones iniciales: 50 palabras.
¡Mi sombrero, Carles! Bien aprovechadas esas pocas líneas.
ResponEliminaUn saludo
JM
Te devuelvo el sombrero, JM, que estos días el sol aprieta.
EliminaGracias y saludos cordiales.