“Liviano”.
Esa era la palabra que había estado buscando durante la ascensión.
Más
allá, bajo las nubes, distinguió su cuerpo, como una isla desierta en el
infinito mar.
“Nada
temas –dijo una voz–. Ya no lo necesitas”.
Bañada
por aquella plácida luz azulada, su amada le sonreía. Eterna. Feliz.
Constricciones:
Extensión: Cincuenta palabras
Consigna: El color azul