Aquel
verano, la sequía se había ensañado especialmente con las vocales. Tanto, que
decidió racionarlas. Pasados unos meses, sólo le quedaba una e minúscula, dos
aes, y otro par de íes escuchimizadas.
Sacó
la cartilla donde las había guardado y escribió con ellas las últimas palabras
del año.
¡FeLIZ
NAVIDAD!
Constricciones:
Extensión: 50 palabras.